Una lucha de crisis
- Nota a nota
- 7 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul 2020
Por: Liz González
Hace varios meses que el mundo día a día se enfrenta a uno de los escenarios más inesperados y hasta cierto punto más impredecibles: El coronavirus, donde no se ve una salida clara, al contrario, a cada minuto se aleja la posibilidad de continuar con el ritmo de vida que se tenía. Ante esto, es muy difícil que tanto los periodistas como los medios de comunicación realicen su labor sin verse afectada por terceros.
El hecho de que actualmente existen muchos espacios en la red, donde la información es inmediata, da pie a que a cada instante se comparta información que en muchas ocasiones no se sabe si es verídica o no.
Por otro lado, la influencia de muchas personas que se dicen llamar “Líderes de opinión”, quienes persuaden e incitan a los demás a pensar y creer en lo que ellos comunican por sus respectivas redes sociales, desafortunadamente no siempre estos personajes son en esencia verdaderos líderes de opinión, sino, su papel es de “Comunicadores” que tienen la seguridad de que sólo por su popularidad las personas creerán mas fácil en sus palabras.
Desde que inicio la pandemia de coronavirus, se comenzaron a compartir diversos datos entorno a ello, entre lo que destacan teorías como que: China quiere dominar al mundo y lanzó el virus, la enfermedad fue hecha en un laboratorio, es una venganza de la naturaleza, etc., dichas teorías mantienen en alerta y al mismo tiempo en pánico a las personas, ya que en repetidas ocasiones las consideran ciertas sin previa valoración de las fuentes.
· La labor periodística vs las redes sociales
Es una época de crisis en muchos sentidos, no sólo en cuestión sanitaria, sino, económica, social y hasta emocional, la realidad es que nadie estaba preparado para esto, y mucho menos en el sentido de verificar la información.
Los periodistas tratan de hacer su labor, pero desafortunadamente se ve tropezada por la existencia de personas que se hacen pasar por profesionales de la comunicación, cuando muchas veces no lo son, al contrario, sólo se encargan de hacer viral “Información de la información”, datos que escuchan, ven o les platican.
Por otro lado, se vuelve una guerra de medios, es decir, mientras un medio de comunicación afirma y sostiene algo, otro medio dice cosas muy diferentes y por supuesto las redes sociales forman un papel igual o hasta más importante, porque la mayoría prefiere leer un meme o comentario que algún artículo, columna o nota. Espacios en internet, que sirven “Para construir historias relacionadas con la crisis”.
Es cierto que estamos frente a una situación difícil y si es posible hasta de desesperación. Un episodio que nos estanca y que seguro será muy complicado salir de esto porque volver al ritmo que se tenía no será nada sencillo.
También es cierto que se está en una época de sobreinformación acerca de la crisis que se tiene, porque por todos lados nos bombardean con datos que no siempre son verídicos y que a pesar de que resultan cosas ilógicas, las personas las creen ciertas.
“En la medida que disponemos de información veraz, completa, clara y oportuna, se reducen los márgenes de temor, miedo, e incluso pavor. No olvidemos que el miedo tiene como característica común el desconocimiento e ignorancia”.
· Una costumbre invisible
Para nadie es un secreto que las cosas se ven lejanas, pero sin la costumbre de verificar lo que vemos y escuchamos es mucho más difícil salir de esto.
El papel del comunicólogo se ve atrofiado porque en época de crisis, desafortunadamente la mayoría se cree comunicador, se piensa en informar de manera más rápida, pero lo que muchas veces no se sabe es que sólo se crean cadenas de desinformación, especialmente en redes sociales. Y a los verdaderos periodistas y comunicólogos les queda seguir con su trabajo y tratar de desmentir todos aquellos datos que no tienen nada que ver con los verdaderos objetivos de su labor.
No sólo se vive una crisis sanitaria, económica o social, también se está frente a una crisis de verificación aunado a esto, existe una sobreinformación que lejos de ayudar, perjudica a las personas.
La realidad es que no todos son comunicólogos, no siempre se busca informar a la sociedad y también, no todos quieren que las personas encuentren un poco de paz en medio de lo que está pasando. “La información de la información”, es una crisis que se vive desde hace años y que, al parecer nadie siente pánico ante ello.
Comments