Contra punto
- Nota a nota
- 10 ago 2020
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La excusa perfecta para reducir salarios
El confinamiento producido por la pandemia de Covid-19 en el mundo trajo nuevas formas de trabajo, tanto para estudiantes como para trabajadores, que obligó a cada uno de ellos a adaptarse a las nuevas formas de estudiar y laborar. Tanto así, que el homeoffice será, de ahora en adelante, la excusa perfecta para recortar salarios e incrementar la carga laboral para los trabajadores.
Se preguntará usted el por qué y la respuesta es sencilla. El confinamiento permitió a los jefes de las distintas empresas observar que la presencia física de sus empleados ya no es tan necesaria como ellos creían.
Cuando se ordenó al sector laboral a llevar a cabo la forma de laborar a distancia desde los hogares, o mejor dicho, a hacer homeoffice; el primer pensamiento de varios fue de tranquilidad, ya que en un primer instante se pensó que sería menos estresante trabajar desde la comodidad de casa y así evitar el martirio del trayecto al trabajo o la oficina.
Sin embargo, esto también se traduce como ahorro en pago de transporte, sea metro, metrobus, taxi, etc. Así como el gasto del día a día en alimentos para llevar o comprarlos en algún lugar de servicio alimenticio.
Hasta cierto punto, algunos creerían que, en efecto, estos gastos se estarían ahorrando del salario que percibe una persona de su trabajo. No obstante, los jefes y patrones también observan estos detalles y, por efecto dominó, llegarían a concluir que no es necesario seguir pagándole al empleado su sueldo de antes, puesto que ya no contemplan nos gastos que se tenían cuando se iba al trabajo u oficina a laborar.
Es cierto que no se debe generalizar a todas las personas, debido a que existen trabajos a los cuales la labor en casa no aplica. Pero cada vez son menos estos tipos de compromisos que obligan a diversas personas a adaptarse a los cambios que están llegando con esta pandemia.
Y es por tal motivo, que el confinamiento en el que vivimos hoy es la excusa perfecta para imponer las nuevas reglas de trabajo, ya que un número menor de empleados en las oficinas se traduce como menor espacio, menos costos de consumo energético, de comunicaciones, y así mismo, de personal. Además, esto permite ver qué puestos son indispensables para las empresas y cuáles no, y ante este hecho, los altos mandos no dudarán en reducir sus gastos para incrementar sus ganancias.
Es la excusa perfecta para trabajar con el personal esencial, y una vez terminada el confinamiento y superada la crisis sanitaria, nada garantiza que se retome la antigua normalidad en la que vivíamos, en la que se estaba acostumbrado a transitar día con día. Quizá el día que se regrese a los trabajos ya no serán los mismo, si es que se regresa.
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