Una realidad inapelable
- Nota a nota
- 4 sept 2020
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Por: Liz González
Desde hace varios años, la tecnología ha formado parte importante en la vida del ser humano, sirve como guía en momentos confusos, medio de comunicación e inclusive como cupido en relaciones amorosas o de amistad.
Hoy en día, la tecnología es indispensable porque sin ella, pareciera que el mundo se detendría en un dos por tres, ya que casi en todos los ámbitos dependemos de esta. La tecnología no respeta género, edad ni condición alguna. Muchas veces hemos escuchado la frase “sin una red social, es como si no existieras” y aunque suene absurdo, hasta cierto punto es cierto, ya que la mayoría de las personas se encuentran justamente por medio de la tecnología o mejor dicho por las redes sociales.
Uno de los sectores más vulnerables ante la tecnología sin duda es el infantil. Los niños al parecer ya vienen como se dice con el “chip recargado” e incluso se ha llegado a pensar que esta generación es la experta en aparatos digitales y por ende en tecnología.
Y es que los pequeños, desde una temprana edad, comienzan a interesarse en diversos aparatos electrónicos, especialmente el celular. En la actualidad, la mayoría de los padres ven normal el hecho de que los pequeños tengan grandes habilidades para utilizar un dispositivo y al mismo tiempo resulta un desahogo ya que la tecnología les ayuda a entretenerlos.
En estos tiempos es bastante raro ver a los pequeños jugando en la calle escondidas, quemados, atrapadas, etc., como lo hacían generaciones pasadas, pues es claro que la seguridad en estos momentos no es la misma a la de hace unos años y en este aspecto, la tecnología también se ha convertido en un juego seguro, aparentemente sin peligros.
La tecnología en la nueva normalidad
Con la llegada de la pandemia de Coronavirus, la vida de todos, cambio de la noche a la mañana. La educación es uno de los aspectos más afectados, tanto que el inicio del ciclo escolar, en los diversos niveles educativos, comenzó con clases virtuales. Esto significó que todos aprendieran de una manera fugaz a utilizar las plataformas digitales incluyendo maestros, alumnos y padres de familia.
Pero ¿Qué significa que los niños deban estar ante la televisión o computadora tres o cuatro horas al día?
Por más gusto que los niños sientan ante la presencia de la tecnología, las clases no han sido del todo satisfactorias para ellos, ya que el hecho de no estar acostumbrados, provoca de cierta forma inquietudes y hasta estrés.
El estrés es provocado por las presiones de mandar tareas, actividades o por estar varias horas en sus clases, porque a pesar de que la mayoría de los niños se la pasan pegados al celular o la televisión, no es lo mismo.
Por una parte, está la presión de aprender a ser responsables, a atender las actividades virtuales, a tener buena conexión a internet para tener una clase optima, y por otra, está el hecho de la presión que sus padres y profesores infunden en ellos.
La verdad es que ni los maestros ni los padres de familia están preparados para modificar sus rutinas y reemplazar la educación presencial por las clases virtuales.
Poco a poco todo se va tornando confuso para la educación y futuro aprendizaje de los niños. Ahora el problema no sólo radica en la falta de buenos profesores, o de material para las clases, sino en un cansancio mental que provoca el desinterés de los pequeños por aprender.
Una vez más sólo nos queda adaptarnos a la nueva vida que nos espera de ahora en adelante, aunque para los niños quizá sea un desafío mucho más grande, el hecho de aceptar que por ahora la tecnología no sólo divierte sino también educa.
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